La OMS (Organización Mundial de la Salud), define a la salud como "el estado de completo bienestar físico, mental y social,
y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades".
– La salud no se refiere únicamente al aspecto físico de la misma, sino que
aquí se tiene en cuenta que para tener salud hay que valorar también el
aspecto mental y social.
– La salud no se refiere únicamente a la ausencia de enfermedad. Además,
se busca un estado de perfección incluyendo en la definición el término
de “completo bienestar”.
Factores que influyen en la salud
Múltiples estudios han definido qué variables son las que afectan al proceso de salud-enfermedad. El más comúnmente aceptado es el propuesto en
1974 por Marc Lalonde, entonces ministro de sanidad de Canadá.
Según él, la salud de una comunidad está determinada por la interacción
de cuatro factores que influyen en el individuo, denominados determinantes de salud y que son los siguientes:
- La biología humana: Comprende la genética y el envejecimiento de cada
persona. Es el determinante que menos influye en la salud de la población en general y, desde un punto de vista de salud pública, constituye
el factor menos modificable para alcanzar mayores niveles de salud.
- El sistema de asistencia sanitario. Comprende:
• La calidad del sistema sanitario.
• La cobertura sanitaria a la población. La no universalidad de la asistencia produce desigualdades que hacen que las personas sin recursos
tengan mayores tasas de mortalidad y morbilidad.
- El medio ambiente, incluyendo el aspecto sociocultural.
Es el conjunto
de factores extrínsecos que influyen en el estado de salud, los cuales son:
• El ambiente físico. Clima, zona geográfica, contaminación, etc.
• El ambiente biológico. Densidad de población, flora, fauna, disponibilidad de alimentos, etc.
• El ambiente socio económico. Nivel de desarrollo de la región, tipo de
trabajo, tipo de urbanización, guerras, etc.
– El estilo de vida.
Podemos definirlo como el conjunto de hábitos, comportamientos y actitudes de las personas en su vida diaria. Este, a su vez,
depende de múltiples factores como son la cultura, la educación, el
nivel socio económico, etc. Según el estilo de vida, se pueden producir
enfermedades de todo tipo e incluso conducirnos a una muerte prematura.
Algunos de los comportamientos más nocivos para la salud son:
• Una alimentación inadecuada.
• La vida sedentaria.
• El consumo de sustancias tóxicas.
• El estrés.
• Las prácticas sexuales no seguras.
• La conducción temeraria.
Enfermedad
Se puede considerar como el resultado de la interacción entre el agente causal, el individuo
susceptible y el medio ambiente, todo ello considerado en un
amplio sentido, produciéndose en la persona un desorden anatómico y/o funcional, ya sea permanente o no.
Esta definición se basa en el llamado concepto ecológico de la enfermedad, según el cual para que se produzca una enfermedad deben interactuar tres elementos, los cuales deben ser interpretados en un sentido
amplio para que esta definición sea válida con las definiciones de salud
actuales. Dichos elementos son:
– Agente causal:
Es el elemento causante de la enfermedad. Es necesario
que esté alojado en algún lugar donde pueda vivir hasta entrar en contacto con el huésped. A este lugar se le denomina reservorio o fuente de
infección y puede ser un animal, una planta, un objeto inanimado u
otra persona.
– Medio ambiente:
El medio ambiente es decisivo en la forma
de interactuar entre el gente causal y el huésped, puesto que,
si no se dan las situaciones ambientales necesarias, sean del
tipo que sean, no se producirá la enfermedad.
– Huésped susceptible:
Es la persona que, una vez en contacto
con el agente causal, contrae la enfermedad. Es importante
por ello tener en cuenta el concepto de susceptibilidad:
dicha persona debe presentar las condiciones propicias para
contraer la enfermedad al tomar contacto con el agente. Así,
por ejemplo, una persona vacunada contra una enfermedad
concreta, aunque esté expuesta al agente causal de esa enfermedad, no la contraerá, ya que se halla protegida contra la
misma, es decir no es susceptible.
Períodos de la enfermedad y niveles de atención sanitaria
Período prepatogénico:
En esta fase aún no se puede hablar
de enfermedad. El individuo está expuesto, debido a su estilo
de vida, el medio ambiente que le rodea o bien su dotación
genética, a una serie de factores que pueden desencadenar la
enfermedad. A estos factores se les ha denominado factores de
riesgo. Si fuera posible anular o minimizar estos factores, se
podría evitar la aparición de la enfermedad. En caso contrario, esta evolucionará a la siguiente fase.
Período patogénico:
Se considera que el individuo ya ha contraído la enfermedad. Se divide a su vez en dos períodos:
– Período patogénico subclínico: El individuo tiene la enfermedad, pero aún no es capaz de sentirla, no tiene síntomas
que le hagan pensar que está enfermo. Dentro de esta fase
se incluyen los períodos asintomáticos de la enfermedad y
las fases de incubación de las mismas. Puede evolucionar a
la siguiente fase o bien curarse y no evolucionar si se aplican las medidas adecuadas.
– Período clínico o enfermedad declarada: Los síntomas han
aparecido, la persona se siente enferma y puede tener la
necesidad de acudir a los servicios sanitarios. Esta fase
puede evolucionar hacia la curación total, hacia la siguiente fase o bien producir la muerte, dependiendo de la enfermedad, el estado previo de la persona y las medidas adoptadas.
Niveles de prevención y actuación sanitaria en función
de la fase de la enfermedad
Prevención primaria:
Se aplica en el período prepatogénico e incluye
medidas de promoción de la salud y prevención de la enfermedad. Se estudian qué factores de riesgo actúan sobre cada enfermedad y se diseñan
campañas destinadas a que la población en general o los grupos de riesgo
de una enfermedad concreta cambien de hábitos o modifiquen conductas
para evitar que aparezca la enfermedad.
Prevención secundaria:
Se dirige a detectar precoz-mente la fase patogénica subclínica, con el fin de intentar curar la enfermedad antes de que sus
efectos sean mayores. Esto se consigue mediante campañas de detección
precoz y captación de pacientes de riesgo.
Prevención terciaria:
Se dirige a curar la enfermedad declarada (período
clínico). Es lo que conocemos como tratamiento médico y se define como
prevención terciaria, ya que intenta evitar que la enfermedad evolucione
hacia la muerte o deje secuelas.
Rehabilitación:
Es el último nivel de asistencia y se aplica
en el último período de la enfermedad, cuando esta ha desaparecido pero
ha dejado secuelas. Se pretende que el paciente pueda tener una vida lo
más autónoma posible y recupere las funciones perdidas en la medida de
lo posible.
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